Jesús acusa a los fariseos y maestros de la ley porque construyeron los sepulcros de los profetas, de la gente buena. Las nuevas serpientes y raza de víboras que abundan en nuestro mundo globalizado, dudoso, ignorante y anecdótico, no van a tener éxito al final.
“Les aseguro que el castigo por todo esto caerá sobre la gente de hoy” (Mt 23,36).
