SI LO LLAMO…
Junio 30
Se desató una tormente tan grande en el mar, que las olas cubrían la barca,
pero él dormía. Los discípulos se le acercan y lo despiertan, diciéndole:
«Socórrenos, Señor, que nos hundimos.» Mateo 8, 24-25
¿Cuando en mi vida hay tormentas, creo que Jesús duerme y me abandona?