Tarde el Segundo día
Panel integrado por Aurelio Alonso, Mons. Carlos Manuel de Céspedes y Jorge Ignacio Domínguez
Aurelio Alonso, sociólogo residente en Cuba: Diálogo es una de las primeras formas de búsqueda del conocimiento filosófico, desde la antigüedad. Implica comunicación entendimiento y estima del otro.
Las revoluciones tienen un doble matiz destructivo y constructivo, el primero es rápido, el segundo es lento. Se caracterizan por la radicalidad en las transformaciones. En Cuba significó estatización, proceso que en los 60´s superó con creces el programa del Moncada.
El debate con la diáspora cubana ha sido muchas veces maniqueo: motivaciones económicas vs motivaciones políticas. Hay también componentes culturales, ideológicos y morales. El enjambre de motivaciones es muy amplio.
La caída del socialismo produjo un cambio de paradigma en los 90, período que hasta hoy es más de la tercera parte de nuestra historia del último medio siglo. La emigración ha aumentado en este período, fue grande al principio de la revolución, vuelve a serlo en esta etapa. En Cuba se fue desarrollando una política-filosofía de repudio o castigo al que se va, al que diciente del proceso socialista. Ha sido un déficit no percatarse, desde la políticas de la Revolución, el no ver el deseo del disenso o la emigración como aspiraciones o derechos legítimos, sino como deserción al enemigo. La comunidad cubana en la diáspora fue la primera que habló de diálogo, ésta no puede verse como estática, es cada vez más diversa. Hay propuestas de diálogo y queda aun cultura del repudio en la derecha representada en el Congreso. La lógica del repudio ha dificultado el diálogo. Es urgente cambiar los juicios políticos, por la responsabilidad en la cultura del diálogo, la ética de la inclusión. Deben abrirse las puertas tanto para salir como para entrar.
El diálogo entre cubanos no se reduce a la nación y la emigración, debe extenderse, y es el fundamental, al diálogo dentro de la nación. La humanidad vive tiempos de incertidumbre que incluye crisis espiritual, de paradigma y de valores. El diálogo es un reto del siglo XXI, pobremente logrado.
No basta con reunirnos de tiempo en tiempo los distintos interlocutores, se trata de una filosofía nueva, donde nos comprometamos a que todo sea distinto en todas las partes.
Jorge Ignacio Domínguez, sociólogo residente en E.U.:
Diálogos en y entre Cuba y su diáspora
Cuba y sus diásporas han enriquecido a través de los años el vocabulario de ofensas en castellano. Se ha usado en todas las orillas la palabra “traición”, para los que disienten de la opinión o prácticas “oficiales” de la correspondiente orilla. También se han nacionalizado en otros países los miembros de la diáspora desde el Siglo XIX. Las diásporas han solido regresar luego de la caída del régimen anterior, casi siempre luego de una guerra. El reto ahora es el encuentro sin derrocamiento, la superación del adjetivo de traición, valorando los logros de todas las partes como parte de un mismo patrimonio nacional.
Un diálogo presupone la existencia de varias opiniones distintas, razonables y valorables sobre un mismo tema o conjunto diverso de éstos. Caritas in Veritate es una invitación a la comunicación, al dia – logos.
En nuestra historia reciente han abundado los monólogos contrarios desde todas partes. A Cuba se suele invitar a quienes no discrepan en la diáspora, con un programa fijado por el gobierno. Han sido buenos los eventos, pero han servido más al apoyo del gobierno que al diálogo.
En estos momentos hay una disposición, al menos verbal al diálogo, tanto de parte de Raúl Castro, como de varias personalidades de la diáspora. Raúl Castro, el 26 de julio 2007, mostro lo ficticio de la unanimidad, y en otras fechas ha instado a “no temer” a la discrepancia, el pensar de forma crítica, y el estudiar y debatir ideas de forma crítica. Ha invitado también a los dirigentes a escuchar a los demás que deben expresarse con total libertad.
La diáspora cubana está en el mundo entero. La que persiste en el conflicto con el gobierno cubano se encuentra fundamentalmente en el sur de La Florida. Un instituto de estudios sobre Cuba del la Universidad de la Florida encuesta desde hace varios años: ¿está usted en contra o a favor del diálogo en Cuba y con su diáspora?. De 3 de 6 que se oponían ha pasado a 1 de 6.
El espectro político de la diáspora ha cambiado diversificándose sobre todo a partir de 1995 en EU. La nueva diáspora está a favor del diálogo y a la suspensión de las medidas restrictivas, según el resultado de varias encuestas. Del 83% a principios de los 90, ha pasado al 38% en 2008, los que apoyan el embargo en EU.
Los miembros del congreso de EU que representan al sur de la florida, favorece el embargo, porque la mayoría de los ciudadanos de EU de origen cubano está aun a favor del embargo, por su origen y tiempo de emigración.
Respecto al uso de la fuerza contra Cuba, en 1991 75% estaba a favor de una acción militar en Cuba. En 2007, el 70% está a favor, la distribución según el tiempo de exilio no es significativa. Es lamentable y contrasta con la opinión a favor del diálogo. La interpretación de la contradicción está en que se busca un cambio en Cuba, por la vía que sea: “el fin justifica los medios”. Sin embargo la opción pacífica ha aparecido a partir de los 90, cosa que no existía antes y tiene gran importancia moral. Para el gobierno de Cuba, es de esperar que apoyen las opciones pacíficas en lugar de las violentas.
Los viajes han representado múltiples diálogos en el interior de las familias y de éstas entre sí, ahora más fáciles con las nuevas aperturas del gobierno de EU aceptadas por el de Cuba.
Se destacan los diálogos entre sacerdotes y laicos de la Iglesia en Cuba y la diáspora. En Cuba hay muchos logros en cultura, educación y salud, así como en varias dimensiones de la vida pública, que no son suficientemente reconocidos y deben ser materia de diálogo.
Es deseable que los archivos históricos de la Nación puedan ser examinados por quien lo desee. En todas las orillas se han usado métodos moralmente impermisibles en la relación con las otras, en varias etapas de “lucha”: la operación Mangosta, los atentados a Fidel Castro, los actos hoy llamados terroristas contra el gobierno de Cuba, las UMAP, la prisión política, las exclusiones por el criterio político. En ambos lados han existido pocas críticas a estas políticas de parte de miembros de los grupos que las auspiciaron. El gobierno de EU dejó de auspiciar el terrorismo de Estado, el gobierno de Cuba ha desmontado gran parte de los elementos citados antes, sobre todo últimamente.
Hay diferendos económicos, sobre todo con respecto a las expropiaciones de principios de los 60´s calculados en 7000 millones de dólares. Hay reclamos en sentido contrario, valorados en mucho más, por razones de pérdidas económicas generadas por las medidas restrictivas. No es fácil proceder para la resolución de estos diferendos.
Los diálogos entre Cuba y su diáspora no son imposibles y son en cambio impostergables -dijo visiblemente emocionado el ponente, con lágrimas en sus ojos, tras citar episodios de su vida personal y familiar.
Mons. Carlos Manuel de Céspedes García Menocal, Vicario General de la Arquidiócesis de La Habana
El diálogo en Cuba hoy
Se habla de cambios, pero ¿hacia dónde? José Lezama Lima propuso el sistema poético, para acercarse a la realidad, evitando el racionalismo a ultranza. Este “sistema” tiene raíz martiana. Las solas herramientas racionales no son suficientes.
Acepciones de diálogo:
– Plática entre personas que manifiestan sus ideas.
– Obra literaria en la que se finge una plática o controversia. Es un estilo- genero literario
– Discusión o intercambio en busca de avenencia, a partir de varias diferencias
– Cuando está presente el calificativo social, el que mantienen los grupos de trabajo y empresariales para acuerdos en el ámbito económico.
La acepción depende de las coordenadas personales y sociales de los interlocutores. Etimológicamente significa a la vez, separación, y penetración y relación de unas partes en las otras, en pos de interés común. Es la cultura greco-latina significa acercamiento interpersonal y grupal para llegar un acercamiento aceptable entre partes distintas.
A partir del Concilio Vaticano II, el diálogo tomó mayoría de edad y carta de ciudadanía en la Iglesia. Aparece como modo de actuar, camino de evangelización, lugar de encuentro. El camino de aceptación de esto en la Iglesia ha sido largo y difícil, ya que comporta un cambio de estilo de participación de los católicos en las diferentes conflictividades.
En Cuba, después del Concilio, llego como “mala palabra”, signo de cobardía o de “ceder posiciones”. Luego evolucionó, y se convirtió en carta de presentación de la Iglesia en el Encuentro Nacional Eclesial de 1986 (ENEC). Para los marxistas o revolucionarios, el diálogo significaba una debilidad ideológica, hoy es parte del lenguaje de muchos vinculados a esferas estatales en diversos ambientes sociales. Un punto de contacto ha sido el que todos los cubanos nos consideramos martianos, aunque con grandes problemas semánticos. Se necesita el sistema poético para comprender y transformar estas realidades.
Los primeros años de la Revolución cubana, como en todas, fueron los más radicales, y los más entusiasmantes, de aires troyanos. Las ráfagas de la beligerancia homérica, ha llegado a estos tiempos en la cultura occidental. Jesucristo, rompe la lógica de violencia, y redime a la persona. Nuestra historia ha estado llena de heroísmos inenarrables y también de pequeñeces anónimas, igualmente importantes son ambas.
Nunca antes en nuestra historia, han existido los niveles de diálogo actual, entre los que se oponen al gobierno y entre partes de la oficialidad y el resto de la sociedad. Hay antecedentes y actualidad de diálogo interno en el interior del PCC, han existido también etapas de diálogo en la esfera internacional.
Es dañina la tensión venenosa, la sospecha, y el doble rasero que dificulta la conversación y la comunicación. Esto se ha superado gradualmente, pero cada cierto tiempo surgen revuelos de las viejas rencillas. Esta posibilidad existe y ha de contarse con ella en nuestro proceso actual. Estas sospechas y rencillas, llevaron a sacar de lo religioso a muchos católicos entusiasmados con el proceso revolucionario. De la otra parte sucedió otro tanto, sobre la posibilidad de abrirse a lo religioso, más allá de las circunstancias socio-políticas. El camino hacia el diálogo ha sido difícil para los que han insistido.
Hoy no se puede hablar de vencedores y vencidos, sino de hermanos que se reconocen entres sí desde diferentes posiciones y realidades, pero como parte de una misma Nación.
Casi todas las cosas pudieron y pueden tomar otra intensidad y otros matices, lo demuestra la experiencia de contacto con personas de todas las orillas que coinciden en que “todo pudo ser de otra manera”. Esta es la base para que ahora pueda serlo. Entre el 60 y el 80 el mapa internacional tenía una influencia incalculable en Cuba.
La culebra del empantanamiento se mordía la cola sin saber lo que mordía y sin saber que la mordida era la causa del dolor de la realidad enroscada en sí misma. Todos hemos sido culpables de realidades anteriores y presentes, y todos, al mismo tiempo, inocentes de otras. No se debe caer en la lógica de la culpabilidad y del pase de cuentas, eso enreda más la culebra.
Nunca debió cuquearse el gallito cubano de la Revolución, debió acunarse y ante la primera dificultad no abandonarlo. Un gallito nunca debió abandonarse, exigía cuidados, la consecuencia fueron las minusvalías varias en un gallo fuerte y a la larga revencú´ y herido, pudo ser más repetado. El arropamiento del gallito, que hubiese bien formado al gallo, se llama en socio-política, el diálogo. Vale la pena la paciencia inteligente. Debe cultivarse el árbol Cuba, para que el Gallo Nacional tenga el hábitat adecuado, curado de virus, para que los nuevos gallitos nacionales no se vayan a otros rumbos. En estos cuidados nos va la vida otra vez, como Iglesia, Nación o personas. Se necesitan reparaciones urgentes y capitales, en orden, como fruto de diálogo y conciliación, para que no se nos caiga la casa, para que no se seque el árbol, ni se muera el Gallo.
Los jóvenes en la Iglesia deben estudiar el ENEC, el Magisterio de la Iglesia, sobre todo en Cuba, y el Concilio. Esto es necesario para el diálogo.
La Iglesia está llamada a Evangelizar toda la realidad humana, y por ello dialogar. Nada humano es ajeno a la Iglesia. Sí debe serle ajena la imposición, la cual debe advertir e invitar a la superación. Una cosa es ser tolerante y lo otro es ser insensible ante realidades inhumanas, el diálogo no significa la insensibilidad. La Iglesia no debe intentar ejercer un monopolio magisterial ni administrativo, sólo ser servidora. No es tarea de la Iglesia imponer, sino proponer. Debemos tener ojos atentos, lengua respetuosa, y estar presentes y proponer en tono dialogal, sobre todos los elementos de nuestra realidad. Para ello requerimos los datos de la fe, y la competencia académica y profesional. Tenemos el deber de compartir nuestros criterios.
Que todos los cubanos vengan a la valla isleña a dar lo mejor de sí, sin intolerancia, ni egoísmos.
– No ignorar la conflictividad, sino asumirla tratarla
– No recurrir a la violencia, ya que no resuelve nada y acrecienta todos los problemas.
– Ejercer el diálogo paciente y respetuoso, reconstructivo, de reconciliación nacional, que apunte a una Constitución como signo de consenso y cimiento de la jurisprudencia.
Debate sobre el panel del diálogo entre cubanos
Participante: ¿Puede considerarse la revolución como forma de cambiar la sociedad superada por la historia? ¿Qué recomienda para poner en su lugar los dolores y deudas acumuladas en el corazón cubano, de modo que no se afecte el diálogo?¿cómo hacerlo sin faltar a la justicia?. ¿Cómo puede la Iglesia cultivar el espíritu reconciliador de los cubanos? (cita a Dulce María Loynaz)
Participante: Advierto en los tres la idea de que quienes no aceptan el fenómeno revolucionario, deben hacerlo, y de parte de la Revolución, es necesario el cambio. ¿Cómo favorecer esto?
Participante: Es normal que troyanos y aqueos estuvieran en Guerra, Homero hizo la Ilíada sobre los problemas internos de Troya. ¿Hay diálogo interno en las distintas orillas de Cuba, somos propensos al diálogo? Diálogo Vs Monólogo, ¿en qué momento estamos de esa tensión?
Prof. Alonso: Sí y no. Hay un reformismo revolucionario, y otro que no. El término se usa para designar un proceso de cambios permanentes, ese está bastante superado. Se ha cambiado en Cuba el concepto de revolución, el nuevo concepto, más enfocado hacia la ética, tiene vigencia. No hay posibilidad de describir actualmente el modelo de desarrollo cubano. Las reformas actuales en Cuba responden a problemas puntuales, sin articulación. Hay cortoplacismo y voluntarismo que impregna las diferentes etapas del proceso revolucionario. Hay izquierdas en el mundo que rehacen el concepto de revolución, y lo actualizan. El futuro debe ser socialista, no como el clásico soviético o cubano hasta hoy, debe ser socialista de un nuevo tipo, con una génesis democrática. El estilo de cambio social revolucionario, de nuevo tipo, está vigente. Debe tenerse siempre una visión crítica. La Revolución cubana debe recrearse y refundarse, con cambios profundos.
Prof. Alonso: Debe pasársele el bisturí crítico historiográfico a la realidad del monólogo y a la del diálogo. Esta tensión está vinculada al dilema del poder. La tendencia al monólogo está siempre relacionada al autoritarismo, el diálogo es propio de la democracia. La transición de la tendencia monológica a la dialógica es esencial en todas las esferas de Cuba.
Prof. Domínguez: Las respuestas han cambiado con el tiempo observando experiencias de varios países. Respondería con un juego de palabras: el dolor todo lo espera. El dolor no es abstracto, se ha conservado por generaciones, no es fácil de olvidar. Si el dolor todo lo espera, es más fácil comprender otras experiencias. En España se hizo borrón y cuenta nueva, actualmente hay una vuelta tendencia a recordar la experiencia de reevaluar los sucesos de la Guerra Civil. En Argentina los intentos parciales de hacer justicia sobre abusos, costaron intentos de golpes de estado. En Chile, el borrón y cuenta nueva, ha tenido un retorno a la búsqueda de la justicia. El dolor espera. Una conocida alternativa fue el esfuerzo surafricano de buscar la verdad en aras de la reconciliación. La confesión pública de los crímenes, exoneraba de la comparecencia a tribunales. No se puede pensar sobre el futuro de un país que de alguna manera no permita reconocer y honrar a aquellos que sufrieron injusticia y dolor. Estos proceso siempre son complicados.
Prof. Domínguez : No es necesaria una aceptación de las partes, es necesario un reconocimiento que permita examinar asuntos difíciles y buscar soluciones comunes. Participé en la Conferencia sobre Playa Girón en 2001 en la que participaron muchos protagonistas, ex miembros de los gobiernos implicados y 5 participantes de la Brigada 2506. Durante la descripción bélica de estos 5 hombres le preguntaron al Dr. Fidel Castro dónde estaba él. Éste pregunta a sus colaboradores en determinados momentos de su explicación. Uno de ellos contó que habían tenido que reunirse antes para discutir cómo llamar a los miembros de la Brigada. Luego llama a uno de los miembros de la Brigada que coincide en el escenario con el Presidente y uno de sus colaboradores, los que se dan la mano ante la frase del primero, “si estaban tan cerca, estaban por matarse”.
P. Carlos Manuel: Dulce María, estaba ciega en sus últimos días. Le dije poco antes de morir “a usted la ha probado mucho el Señor, ahora esta ciega y no puede leer ni escribir, sus dos grandes pasiones”. – Dios me dio sin embargo el oído, tengo que darle gracias. Ese talante de no quedarse en lo negativo de la realidad es un signo de ella que es una gran lección para nosotros, y algo que debe cultivarse. Luego del premio Cervantes, una persona le habló del pasado, y ella contestó “yo no rumio agravios”. Yo no sé bien cómo hacer estas cosas pastoralmente, pero la clave está en no rumiar agravios, con la Gracia de Dios, la persona es un misterio.
P. Carlos Manuel: En la antigua Roma el dictador era un cargo designado por el Parlamento, de forma transitoria ante los conflictos. Hay situaciones de conflicto en las que son necesarios transitoriamente que gobierne una persona de forma autoritaria. Hay que tener sano juicio de discernir entre los diferentes estilos de gobierno (nunca una sola persona) debido a las situaciones diversas. Napoleón, como lado bueno, tuvo el que puso orden en el caos de la Revolución no sólo en Francia, si no en Europa.
Participante al Prof. Aurelio Alonso: ¿Cuándo la Revolución pedirá perdón, como lo ha hecho la Iglesia?
Participante: He participado en diferentes diálogos, el del 79 fue más monólogo que diálogo, pero resultó en la liberación de 6000 presos políticos y el comienzo de la reunificación de la familia cubana. Estoy contento por estar aquí y agradezco la mediación de la Iglesia y esta Semana Social histórica.
Participante: El diálogo debe incluir al pueblo, que lucha por la supervivencia, que se mueve entre el sincretismo y el ateísmo, entre la lucha por la supervivencia y el consumismo, con apatía política. Los medios de comunicación juegan un papel fundamental en el proceso de sensibilización.
Prof. Alonso: No sé cuando se pedirá perdón, pero es necesario y muy importante. El Marxismo del Siglo XX ha enseñado la autocrítica de abajo para arriba y la crítica de arriba para abajo. El equilibrio de este proceso y clave de reversión está avanzando en Cuba. Es necesario un diálogo nacional. No estoy de acuerdo en la visión catastrófica de la realidad, sobre todo en cuanto a la anulación del pensamiento crítico. Me felicito porque tengamos jóvenes pensadores luego de 20 años de homogeneización marxista. La Iglesia y otras instituciones han abierto espacio de pensamiento y encuentro. No propongo agendas, ni puedo dar recomendaciones técnicas específicas. El Jefe del Estado cubano tiene la voluntad y la ha expresado la necesidad de un paquete de cambios, así como cierta orientación de hacia dónde, pero no conozco las agendas concretas y no sé si hay.
Prof. Domínguez: Pedir perdón desde el poder ha sido muy difícil y raro en la historia, hay una excepción en Portillo en México. El hecho de que un Estado como institución pida perdón por injusticias sí es importante y tiene antecedentes importantes. En EU a los ciudadanos de origen japonés por el envío de éstos a campos de concentración en la II Guerra. El presidente democrático post-Pinochet, Patricio Arwin, pidió perdón por las injusticias en Nombre de la República de Chile. Hay un proceso en marcha que son las conversaciones entre familiares, que rehacen y rememoran la historia y genera un intercambio fecundo, que permite un avance reconciliador, es un grano de arena en el diálogo nacional. La Iglesia puede construir sobre la base de esos diálogos nacionales. Otras instancias del país pueden “competir” sanamente y abrir otras instancias de diálogo.
P. Carlos Manuel: No se puede homologar la petición de perdón del Papa con el de ningún Estado, ni con la de ninguna otra persona o institución. La primera, parte de una dimensión de fe completamente distinta, inescrutable, que toca el Misterio mismo de la Fe.
Participante: Sonaron las palabras “crimen” y “dolor”. Yo estoy aquí porque alguien en Cuba tiene que producir ideas para superar esas palabras y lo que tiene detrás. La palabra crimen es muy dura y difícil de asimilar por un estado. Todas las partes han cometido crímenes y producido dolores. Un amigo me dijo “ustedes tienen que pedir perdón”, y le dije, “todos tenemos que pedir perdón”. No se le puede exigir a una comunidad humana como un todo que pida perdón, éste es personal y comunitario, pero no uniforme. El perdón va precedido de grandísimos actos de amor. Cuando los que se fueron vuelven al barrio, no sólo son mi familia, son mis amigos de la infancia, y hablamos naturalmente. Esa es una victoria extraordinaria del pueblo cubano. Vienen a arreglarse los dientes, el marca-paso, a sacarse las cejas, etc. Este diálogo natural no tienen como estructurarlo los políticos, porque tienen el medio las cuestiones de la propiedad y los agravios de todo tipo.
Si se produce una invasión a Iraq puede haber una remilitarización en Cuba, las condiciones pueden cambiar muy rápido. El tiempo dirá, en 20 años, que comportamiento prevalecerá, el de la vuelta a la separación o el del natural deseo de unión. Hay que retomar estos factores y producir un verdadero discurso de reconciliación.
Participante: ¿En qué se sustenta la tesis de separar el diálogo hacia adentro de Cuba y con la diáspora? No deben separarse a mi juicio ambas realidades, son complementarias.
Participante: ¿Cómo se podría hacer un proceso de purificación de la memoria histórica en Cuba?
P. Carlos Manuel: No lo sé, conozco las experiencias pero no sabría como plantearlo para Cuba. Hay un gran peligro de manipulación. No creo que haya una metodología para todo el mundo.
Prof. Alonso: Nunca separé los dos diálogos. Sólo advertí el evitar ver la diáspora y la isla como realidades monolíticas, por eso enfaticé el diálogo interno en cada parte. Los diálogos deben ser sincrónicos. Los diálogos en los diferentes ambientes son incompletos siempre, el gran diálogo nacional es la articulación de éstos
Prof. Domínguez: Para facilitar diálogos diversos en Cuba, es importante que cambien para mejor muchas cosas fuera de Cuba. El terrorismo de Estado de EU contra Cuba generó injusticias y dolores, es necesario, que se pida perdón por ello. 1993 fue duro, y me chocó que en ese año sólo un 23% de los cubanos del sur de la florida estuvieran de acuerdo en las ventas de comida a Cuba. El diálogo en la diáspora es también muy difícil. María Cristina Herrera en Miami a tratado de auspiciar diálogos en Miami y el “premio” fue una bomba en su casa. Cuando iba a hablar en Miami en los años anteriores a los 90 tenía que pedir la presencia de un policía en la sala para evitar conflictos físicos violentos, ya no necesito una escolta policial. Los cambios ocurridos en estas realidades de conflicto e intolerancia en la diáspora facilitan el diálogo. Yo me siento responsable por muchas de las cosas que han ocurrido y estoy dispuesto a asumir mi responsabilidad. El amor, el perdón y la construcción de la nación son un reto, una obligación y un deseo.
Mons. Jaime Ortega: Los procesos de purificación se han dado después de que un régimen termina. Ahora debe haber muchos perdones, a veces parciales. Si la R de revolución se va cayendo –parafraseando a Silvio Rodríguez- y cambia por evolución, entonces habrá un proceso de continuidad natural y pacífico. Luego llegará el momento en que otra generación se planteará la purificación de la memoria histórica, otras generaciones, por ahora, las generaciones actuales, sólo tienen en el camino el perdón y el amor, en un proceso que se vislumbra aun muy largo.
Todo lo escrito aquí corresponden a la versión taquigráfica del autor, presente en la reunión.
