Le habían dado «de baja» de una empresa estatal.
Armando lo recogió, lo arregló comprando muchas piezas en el mercado negro,
se endeudó mucho y trabajó medio año sin descanso. Pasó mucho trabajo para
legalizarlo, pues «era un tractor de baja» y ¿de dónde sacó las piezas?
Ahora Armando le sirve a muchos guajiros de la comarca,
ya pagó su deuda y está reuniendo para arreglar su casa.
¿Por qué no le dan de baja a la parálisis y de alta a la iniciativa y a la libertad?
Para que no sea negro el mercado donde se compren piezas
y para que en lugar de trabas, le pongan estímulos al que trabaja y emprende.
