por Carlos Amador, Bayamo
Estoy con Sautie , sí hay muchas razones para preocuparse y creo que hay más todavía para ocuparse.
¿Me ocupo de crecer y creer en Jesucristo y me doy tiempo para mí?
¿Me ocupo de mi esposa y de mis hijos?
¿Me ocupo del resto de mi familia?
¿Cuál es mi mirada ante la avalancha de consumismo de hecho o de deseo?
¿En quién o en que pongo mi confianza?
¿Sigo mirando para el costado cuando las injusticias ocurren frente a mí?
¿Espero que la solución a mis problemas venga «como por arte de magia»?
¿Prefiero ser sumiso con los fuertes para evitarme problemas?
¿De parte de quién estoy de las víctimas o de los verdugos?
¿Amo en el conflicto a los verdugos o los tengo sentenciados en mi mente y sueño con tener «la sartén por el mango»?
¿Pierdo mi tiempo, mis bines y mis talentos con los que no pueden, no tienen o no saben?
¿Creo verdaderamente en las BIENAVENTURANZAS de Jesucristo?