Primer mandamiento: “Escucha Israel, los preceptos y las normas que yo pronuncio hoy a tus oídos. Apréndelos y cuida de ponerlos en práctica.” (Deuteronomio 5,1)
Serás libre si escuchas a Dios. Dios habla en la oración y por boca de los demás. Las necesidades de tu familia, de los que trabajan y conviven contigo y las tuyas propias, son voz de Dios. También lo son tus sueños y las de tus amigos. Dios vive y te habla en tu interior, aunque no lo escuches. La vida de nuestros tiempos está llena de ruidos, de “necesidades” ficticias que te aprisionan, de injusticias que te dificultan crecer. Todas esas adversidades hacen que priorices lo tuyo y te olvides de los demás y de Dios.
Escuchar es el primer paso para librarte de lo que te aprisiona, aun de las injusticias, porque junto a otros puedes encontrar siempre alternativas.
¡Escucha Israel! Es lo primero que dice la versión de los 10 mandamientos que se encuentra en el libro del Deuteronomio: ¡Escucha!, se lo dice a un pueblo que andaba en el desierto con mil necesidades, porque Dios siempre le habla, para liberarlo…
Foto: Annette Pichs
