Hoy estuve en San Pedro con Raynol Licea, rezamos el credo ante la tumba de Pedro (mi acariciado sueño), y participamos en misa. Fue algo inenarrable, no sé si pueda llegar a hilar alguna vez, algunas letras sobre tal suceso… Sólo puedo decir ahora que después del estupor de casi una hora, me sentí, de repente, como en la Catedral de Pinar del Río, todo era familiar, como si siempre hubiese pertenecido a aquel lugar… realmente siempre pertenecí, en el Misterio de la Comunión de la Iglesia.
