Porque el corazón de este pueblo, se ha endurecido, tienen tapados sus oídos y han cerrado sus ojos. Para que sus ojos no vean, y sus oídos no oigan, y su corazón no comprenda, y no se conviertan y yo no los cure. Mateo 13, 15
Las dificultades de la vida, ¿Ha endurecido mi corazón?
Day: 24 de julio de 2014
Igual que la Samaritana
Juana suele hablarle a la gente de Cristo. Es respetuosa, pero cuando se emociona, puede ser un poco impertinente. Una señora muy vieja en la comunidad se quejó un día de eso: “muchas veces no sabe bien de lo que habla y puede confundir a los demás,…, ni siquiera es católica.”
-“Esa era una puta borracha –espetó Nicolás-, que ni de los hijos de ocupaba, pero se encontró con ese Cristo del que ella habla y eso le cambió la vida…, eso es lo que importa, es lo único que sabe, y de eso es de lo que habla…”
Me acordé de la Samaritana junto al pozo (Jn 4,39), que salió hablando de Jesús, y “muchos creyeron por ella”.
Si soy Levadura
Después le dijo esta otra parábola: “El Reino de los Cielos se parece a un poco de levadura que una mujer mezcla con gran cantidad de harina, hasta que fermenta toda la masa”. Mateo 13, 33
¿Soy levadura para mi familia, mi centro de estudio o trabajo, mi barrio?
Si quiero dar frutos
Otras cayeron en tierra buena y dieron fruto; unas cien, otras sesenta, otras treinta. Mateo 13, 8
¿Trato de dar frutos para el Señor?