Sí, el pecado existe: es el daño a Dios, a tí mismo y a los demás, cuando haces el mal.
Sí, Dios sufre tu mal y el mío en sus propias entrañas, tanto,…, que vino Él mismo a morir.
¡Qué este viernes Santo mueran con él tus penas, tus pecados y tus traumas!
El mal está vencido, y aunque volvamos a caer, siempre podemos levantarnos mediante el sacramento de la Reconciliación.
¡Qué nos duela el mal del mundo, sobre todo el nuestro! para que podamos quitarlo, Él nos ayuda.
Día: 3 de abril de 2015
Si confío
“¿Qué vamos a hacer con estos hombres? Todo Jerusalén sabe que han hecho un milagro clarísimo y no podemos negarlo.Hechos 4, 16
¿Confío en el Señor cuando mi testimonio de fe me cause problemas?