Ayer hablaron Castro y Obama, a pesar de sus diferencias, como ha dicho el primero, a pesar de que la política mutua había fracasado en 50 años, como ha dicho el segundo. Seguirán teniendo diferencias, los procesos anunciados en diciembre podrían ser lentos (hay gente con mucho poder maniobrando aun para ello), pero ya hay comunicación. Es lo normal, la gente debe hablar, no hacer la guerra, siempre habrá diferencias y errores, pero la comunicación lo supera todo.
Hoy la Iglesia celebra el domingo de la misericordia de Dios y lo anterior es una muestra de esa misericordia, la cual, sin embargo, ha necesitado de la voluntad de los hombres que han querido conversar, y deponer décadas de diferencias. Dios necesita de nuestra voluntad, así como de nuestra libertad, ha dicho Benedicto XVI en Santiago de Cuba.
Hoy la minoría católica de mi barrio, que convive con una multitud de practicantes de religiones africanas, celebra su gran devoción, la que fuera de nuestro patrono, el Papa Juan Pablo II.

La Misericordia de Dios necesita de las personas
Por la misericordia de Dios, las armas no han destruido el mundo, las realidades de aislamiento e injusticia se revierten, la Iglesia supera las dificultades propias y externas, y la buena voluntad de los hombres y mujeres puedes superar cualquier cálculo histórico-político.