¡Miren como nos amó el Padre! Quiso que nos llamáramos hijos de Dios, y nosotros lo somos realmente. Si el mundo no nos reconoce, es porque no lo ha reconocido a él. 1 Juan 3, 1
¿Me reconozco y vivo como hijo de Dios?
Día: 2 de noviembre de 2016
Si recuerdo Su promesa
Alégrense y regocíjense entonces, porque ustedes tendrán una gran recompensa en el cielo; de la misma manera persiguieron a los profetas que los precedieron. Mateo 5, 12
Cuando tengo problemas y sufrimientos, ¿pienso en la recompensa que el Señor me ha prometido?