Nuestra conducta con ustedes, los creyentes, fue siempre santa, justa e irreprochable: ustedes son testigos, y Dios también. 1 Tesalonicenses 2, 10
¿Cómo es el testimonio de fe que reciben los que me rodean?

un espacio para la fe
Nuestra conducta con ustedes, los creyentes, fue siempre santa, justa e irreprochable: ustedes son testigos, y Dios también. 1 Tesalonicenses 2, 10
¿Cómo es el testimonio de fe que reciben los que me rodean?