
Para vivir un día, aquel Día, el don definitivo de la resurrección, debemos vivir denodadamente, en este cada día de la historia, arriesgando esta vida mortal que también nos es dada por «el Autor de la vida».
Leer másun espacio para la fe
Para vivir un día, aquel Día, el don definitivo de la resurrección, debemos vivir denodadamente, en este cada día de la historia, arriesgando esta vida mortal que también nos es dada por «el Autor de la vida».
Leer más